Tres pinturas en tabla de fra Angelico en el convento de San Marcos de Florencia

El convento dominico de San Marcos de Florencia, convertido en Museo Nazionale di San Marco en 1869, alberga la mayor colección de pintura de fra Angelico del mundo, con obras in situ porque son murales en los pasillos, la sala capitular y las celdas, y otras en tabla, estas últimas expuestas en la antigua Sala dell'Ospizio dei Pellegrini, una gran estancia donde la comunidad daba asilo a viajeros y peregrinos a su paso por la ciudad en la crujía sur del claustro de san Antonino. En este artículo nos vamos a detener en tres de ellas: la Madonna dei Linaioli, la tabla del Juicio Final y los restos del antiguo retablo mayor de la iglesia del propio convento.

Sala dell'Ospizio dei Pellegrini, con la Madonna dei Linaioli de frente
y la tabla central del retablo de la iglesia a la izquierda

La Madonna dei Linaioli es un tabernáculo con arquitectura en mármol realizada por Lorenzo Ghiberti y recibe ese nombre porque fue un encargo del gremio de los Linaiuoli, uno de los más poderosos de Florencia, dedicado al comercio y manufactura del lino. Abierto, presenta una tabla central con una Virgen con Niño en un arco de medio punto decorado con doce ángeles músicos y dos laterales con los santos Juanes, y cerrado muestra a los santos Pedro y Marcos.

 
Madonna dei Linaioli

La Virgen presenta volumen suficiente, algo que fra Angelico ha aprendido de Masaccio, como para tener al Niño, que está de pie, vestido con túnica y demasiado frontal, quizá lo menos interesante desde el punto de vista innovador.

Detalle de la Virgen con el Niño

Los ángeles del arco son muy populares, figuras con volumen, sólidamente ubicadas en el espacio y que marcan magníficos escorzos mediante los instrumentos que tocan, con túnicas de gran variedad ricas en matices a través del hábil uso de las luces y las sombras.

Ángeles del arco

Los santos Juanes son también interesantes y bastante “masacciescos”, pues a pesar de estar sobre fondo dorado, presentan volumen y son compactos, enérgicos y con expresión, en la misma línea que los santos Pedro y Pablo.

Santos Juanes

En cuanto al banco, muestra una Epifanía central flanqueada por una Predicación de san Pedro en presencia de san Marcos y un Martirio de san Marcos

La Epifanía tiene una composición del espacio en el que se aprecia claramente lo que está en primer y en segundo término, y aunque hay un rico y variado colorido, ya no está presente el preciosismo propio del gótico internacional, con un tratamiento mucho más discreto.

Epifanía de la predela

La Predicación de san Pedro es una escena desarrollada en una ciudad perfectamente creíble y denota el manejo perfecto de fra Angelico del espacio, la anatomía y el volumen, todo ello aprendido de Masaccio, con sus enseñanzas muy presentes, sobre todo, en la figura a la derecha de espaldas.

Predicación de san Pedro

Martirio de san Marcos

La tabla del Juicio Final, fechada hacia 1430-32, procede del desaparecido convento camaldulense de Santa Maria degli Angeli en Florencia y se cree que es la parte de atrás del respaldo de un sitial en el que se sentarían los sacerdotes durante la liturgia.

Juicio Final (1)

Arriba aparece Cristo juez en mandorla rodeado de la corte celestial, con los ángeles anunciando el juicio con sus trompetas en la parte de abajo, y flanqueado por los apóstoles y santos dispuestos en una doble fila en semicírculo encabezados por la Virgen y san Juan Evangelista y creando una especie de anfiteatro, una composición absolutamente novedosa que da profundidad a la escena, lo mismo que el pasillo central de la parte de abajo, deslumbrante desde el punto de vista espacial al marcar una asombrosa perspectiva hacia el fondo, con las tumbas abiertas de las que han salido los juzgados, y separando a los condenados, a la izquierda de Cristo, de los salvados, a la derecha, en una composición ordenada y equilibrada que se aleja del gótico para anunciar un tiempo nuevo.

Los bienaventurados oran agradeciendo su salvación al Señor antes de entrar en el Paraíso, un frondoso jardín en el que unos ángeles están bailando en círculo, y los condenados son atormentados por unos demonios antes de ser llevados al Infierno, donde Satanás devora varios cuerpos y los condenados están ordenados en nueve círculos para ser torturados según sus pecados.

Detalle de los bienaventurados (1)

Así, la pereza se representa con los condenados inmovilizados por serpientes, la lujuria con serpientes y sapos mordiéndoles los genitales, la gula con los condenados obligados a no comer, la avaricia haciéndoles tragar oro fundido…

Infierno (1)

La tabla también destaca por su extraordinario colorido y su luminosidad, con un mundo a semejanza divina, pues fra Angelico parece querer centrarse en lo humano precioso, no en lo imperfecto, con composiciones menos rompedoras que las de Masaccio pero de importantes repercusiones posteriores.

En cuanto al retablo mayor de la iglesia, hoy desmontado, fechado entre 1438 y 1443, contaba con una tabla central conservada en este museo, rodeada de pequeñas tablitas de santos de cuerpo entero, distribuidas por distintos museos, y una predela con nueve tablas más, también dispersas, una obra, con un espectacular marco perdido de madera dorada, realizada para ser vista por toda la ciudad de Florencia, colocada en un convento financiado por Cosimo il Vecchio al que acudían multitudes, de ahí su envergadura, relacionada con su finalidad doctrinal.

Reconstrucción de la Pala de san Marcos (1)

La Sacra Conversazione en la tabla principal es una visión que parece natural y celestial al mismo tiempo, con la Virgen con Niño en trono rodeado de ángeles y santos que hablan entre ellos de forma natural, con gestos que denotan distintas emociones, una escena que invita a la meditación, pues aunque muestra el Paraíso, también indica que éste no es posible sin el sacrificio de Cristo, con un Calvario en la base de la tabla con efecto de trampantojo coincidiendo en el eje con la tabla central del banco, que muestra un Entierro de Cristo, una doble referencia a la muerte de Cristo en la misma obra aunque hoy las dos tablas ya no estén juntas porque el retablo está desmontado. Para llegar al Paraíso es necesario el sacrificio, una explicación que no era necesaria para los dominicos pero sí para los fieles que acudían a su iglesia.

Los santos en torno a la Virgen, reconocibles por las inscripciones en sus halos de santidad, están vinculados a los Medici y a la orden dominica. Cosme y Damián, copatronos del comitente de las remodelaciones del convento, Cosimo il Vecchio, también protagonistas de las tablas del banco, aparecen arrodillados ante María y el Niño en una posición novedosa después muy copiada. San Cosme se vuelve al espectador y los especialistas creen que su rostro refleja el retrato del comitente, mostrado así como intermediario ante la divinidad. A la derecha de la Virgen se sitúan, Lorenzo, protector de Lorenzo el Viejo, el hermano de Cosme, Juan Evangelista, patrono de Giovanni di Bicci, padre de Cosme, y Marcos, patrón de la iglesia. Y a su derecha están Domingo, Francisco y Pedro Mártir, miembros de las órdenes dominica y franciscana, que son las que observan la regla de pobreza apostólica.

La escena denota un preciso cuidado de la perspectiva y de las líneas de fuga, con un suelo cubierto con una rica alfombra oriental, influencia de la pintura flamenca, y detrás de la colgadura tras el trono se observa un jardín con cipreses, cedros y una palma, nueva alusión al sacrificio de Cristo. Además, en las esquinas superiores hay un cortinaje corrido, mostrandósele al fiel una escena perfectamente transitable, a su medida, un escenario deslumbrante y festivo para anunciar el Paraíso a los fieles de vida recta muy apropiado para los asistentes a los oficios litúrgicos y que debió resultar muy novedoso en Florencia.

Lamentablemente, una restauración realizada entre los siglos XVIII y XIX con sosa cáustica provocó daños irreversibles en la tabla, perdiéndose los detalles añadidos al temple en capas sucesivas que proporcionaban colorido y efectos de claroscuro.

Afortunadamente, ese tratamiento no se aplicó a las tablas de la predela, convertidas en testimonio de la obra de fra Angelico en esa época, escenas animadas caracterizadas por un estilo anecdótico para narrar las historias de manera efectiva y con tratamientos del espacio y la luz novedosos e importantes desde el punto de vista compositivo.

La tabla central del banco con el Entierro de Cristo, en el que aparecen la Virgen, san Juan, Nicodemo y José de Arimatea, se encuentra en la Alte Pinakothek de Munich.

Entierro de Cristo (1)

Las otras ocho tablas muestran escenas de la Vida de los santos Cosme y Damián, con la Curación de Palladia en la National Gallery de Washington, Cosme y Damián ante el prefecto Lisias, Los santos despeñados y Lisias endemoniado y salvado, ambas en la Alte Pinakothek de Munich, Los santos en la hoguera en la National Gallery of Ireland de Dublín, la Crucifixión de los santos en el Louvre, el Entierro de los santos y la Curación del diácono Justiniano, que son las dos únicas tablas de la predela conservadas en el convento.

Los santos despeñados y Lisias endemoniado y salvado (1)

Crucifixión de los santos (1)

Y si os habéis quedado con ganas de más, pinchando en estos enlaces podréis pasearos por el propio Convento de san Marco o ver las Celdas que fra Angelico decoró con maravillosas pinturas al fresco y la Crucifixión de fra Angelico que decora la sala capitular.

También podéis ver aquí otros artículos de FLORENCIA.

Imágenes ajenas:


Fuentes:

Comentarios

Marimerlo ha dicho que…
http://www.march.es/conferencias/anteriores/voz.aspx?p1=100667&l=1
Muy interesante

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