La Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid

El antiguo Colegio Mayor san Ildefonso, actual rectorado de la Universidad de Alcalá, fue el edificio principal de una moderna Universidad fundada por el cardenal fray Francisco Jiménez de Cisneros, arzobispo de Toledo y confesor de Isabel la Católica, a fines del siglo XV.

Fachada del Colegio Mayor San Ildefonso de Alcalá de Henares

La ciudad ya contaba con un Studium fundado por el arzobispo don García Gudiel a fines del siglo XIII tras la aprobación de don Sancho IV de Castilla.

Además, en 1459 el arzobispo don Alonso Carrillo de Acuña obtuvo una bula de Pío II para crear tres cátedras de Artes Liberales y Ciencias Sagradas en un monasterio de franciscanos observantes fundado por él mismo pocos años antes en la ciudad, que en 1487 y a petición del arzobispo don Pedro González de Mendoza, se transformó en el primer studium generale franciscano en Castilla añadiéndosele las cátedras de Teología, Derecho Civil y Canónico.

Y es basándose en esta fundación que en 1499 el cardenal Cisneros, franciscano que había sido alumno del Estudio General, funda, mediante bula del papa Alejando VI que confirmaba y ampliaba los privilegios de los Estudios de Sancho IV, la Complutensis Universitas bajo la advocación de San Ildefonso, patrono de la archidiócesis toledana, de la que dependía Alcalá y de la que él era titular.

El cardenal quiso crear una Civitas Dei, un campus de nueva planta, un producto propio de las nuevas corrientes humanistas y donde se formaran los laicos y eclesiásticos destinados a dirigir un nuevo estado ya propio de la Edad Moderna, la Monarquía Católica de Isabel y Fernando.

Parcial con la Manzana Cisneriana en una maqueta de la ciudad expuesta en el Colegio san Ildefonso

En el Colegio Mayor se establecieron las enseñanzas superiores de Teología, Derecho Canónico y Medicina para treinta y tres colegiales, la edad de Cristo, y doce capellanes, en relación con los apóstoles. Pero en estrecha relación con éste, también se crearon otros colegios menores. En las Constituciones, aprobadas por el propio Cardenal en 1510, se establecía la creación de doce, de nuevo en relación con los apóstoles, para doce estudiantes pobres cada uno, y otros seis más con otros doce estudiantes cada uno en honor a los setenta y dos discípulos de los apóstoles.

En vida del cardenal ya se pusieron en marcha seis de ellos: el de la Madre de Dios, para los primeros estudios de Teología y Medicina, convertido en cuartel de la Guardia Civil tras las desamortizaciones del siglo XIX y en la actualidad sede del Colegio de Abogados de Alcalá; el de san Pedro y san Pablo, fundado para la formación de religiosos franciscanos, el único bajo la dirección de una Orden, a la que pertenecía Cisneros, al lado del de San Ildefonso y todavía conservado, albergando los Servicios Centrales de la Universidad; santa Catalina, dedicado al estudio de la Física, adosado al ala oeste del Patio de Filósofos y hoy sede de la Real Sociedad Deportiva de Alcalá; santa Balbina, para la Lógica, asignatura de los primeros cursos de Teología, con un edificio hoy desaparecido en el callejón de san Pedro y san Pablo; san Eugenio, para gramáticos, estudiosos del Latín, que estaba en la actual calle Antonio de Nebrija; y san Isidoro, para estudiantes de Griego, y que en 1649 se fusionó con el de san Eugenio en el Colegio Menor de san Ambrosio. Además, en 1513 Cisneros también fundó el Colegio-hospital de san Lucas y san Nicolás para alojar estudiantes enfermos de pocos recursos, que estaba en la actual plaza Atilano Casado. Los cuatro primeros se agruparon en torno al Colegio Mayor y los otros estaban en torno a la Puerta de Santiago.

Plano de Alcalá de Henares en los siglos XVI y XVII con las indicaciones de la ubicación de la Manzana Cisneriana
y los edificios en torno a la Puerta de Santiago (1)

Como el programa no quedó completo a la muerte de Cisneros en 1517, después fueron surgiendo otros colegios menores, vinculados a órdenes religiosas, militares, de la diócesis, una fundación real, otra privada… hasta llegar a un total de treinta y seis fundaciones dedicadas a la enseñanza entre colegios y conventos.

Sepulcro vacío del cardenal Cisneros en la Capilla de san Ildefonso (2)

Durante los siglos XVI y XVII la universidad se convirtió en un gran centro de excelencia académica, modelo para las que se fueron construyendo en Hispanoamérica, conformándose como el principal foco del Humanismo en la Monarquía Hispánica, donde estudiaron figuras esenciales de la cultura como Antonio de Nebrija, Tomás de Villanueva, Juan Ginés de Sepúlveda, Ignacio de Loyola, Domingo de Soto, Ambrosio de Morales, Benito Arias Montano, Juan de Mariana, Francisco Valles de Covarrubias, Juan de la Cruz, Mateo Alemán, Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Pedro Calderón de la Barca, Melchor Gaspar de Jovellanos… Tras la Contrarreforma, también fue universidad europea de referencia para el estudio de Teología, con muchos estudiantes flamencos e irlandeses.

El siglo XVIII, periodo de cambio en los modelos educativos universitarios, contó en Alcalá con la figura de Gaspar Melchor de Jovellanos. Además, en 1785 se confirió el grado de doctora en Filosofía a la primera mujer, doña María Isidra de Guzmán y de la Cerda.

Pero llegó el convulso siglo XIX, y aunque en 1824 la Universidad de Sigüenza quedó incorporada a la de Alcalá, un Real Decreto de Isabel II de 1836 estableció su desmantelamiento mediante la integración de sus rentas y profesorado en la recién creada Universidad Central de Madrid, incluyendo su patrimonio documental y bibliográfico, que fue trasladado a la sede de la calle San Bernardo, y que incluso terminó adueñándose del nombre cuando en 1969 pasó a denominarse “Universidad Complutense de Madrid”.
En los años siguientes los edificios fueron subastados.

La llamada “Manzana Universitaria o Cisneriana” pasó por varias manos hasta llegar a don Javier de Quinto y Cortés, influyente político de la época, después nombrado conde de Quinto por Isabel II, que empezó a despojar al conjunto de muchas de sus obras de arte y destruyó otras.

Precisamente para evitar este expolio, en 1851 un grupo de vecinos de la localidad se unieron y crearon la "Sociedad de Condueños de los edificios que fueron Universidad" para adquirir y proteger su patrimonio inmobiliario, una decisión que resultó esencial para su conservación.

Siempre controlando las obras que podían realizarse, los edificios pasaron por múltiples usos hasta que en 1975 se recuperaron las funciones docentes superiores, primero como campus dependiente de la Complutense de Madrid y, a partir de 1977, como la independiente Universidad de Alcalá, con una labor de recuperación de su patrimonio histórico-artístico que hizo posible que en 1998 la UNESCO declarara la Universidad de Alcalá y su recinto histórico Patrimonio de la Humanidad.

Detalle de la fachada

La Manzana Universitaria ocupa una superficie de más de 15.000 metros cuadrados, un proyecto urbanístico que Cisneros encargó a Pedro Gumiel, su maestro de obras en el arzobispado toledano.

Edificios más significativos de la llamada “Manzana Universitaria” (3). Las indicaciones son mías

La primera piedra fue colocada en 1501. Con Gumiel también trabajó Francisco Carabaña, que le sustituye como maestro de obras a su muerte. La fábrica se compuso de cimentación de sillares y el resto en mampostería, ladrillo y madera.

En 1517 se constata por primera vez la presencia de Luis de Vega, que en 1531 es nombrado maestro de obras de la Universidad, cargo que desempeña, por lo menos, hasta 1562 compaginándolo con el de maestro de obras reales, un periodo de importantes intervenciones en la Universidad como las de Rodrigo Gil de Hontañón en la fachada, Juan de la Riba, Lope Hormero, Pedro de la Cotera o su propio sobrino, Gaspar de Vega, los dos últimos relacionados con el Patrio Trilingüe.

La fachada del Colegio Mayor san Ildefonso es una de las obras más conocidas de Rodrigo Gil de Hontañón, iniciada en 1537 como culminación de la obra de Pedro Gumiel y terminada en 1553.

Alzado de la fachada del Colegio Mayor san Ildefonso de Alcalá de Henares. Planoteca IPCE

Está precedida por una lonja delimitada por columnas unidas por cadenas que indicaban el ámbito de jurisdicción de la Universidad, pues en 1512 Julio II concedió una bula por la que todos sus miembros quedaban exentos de la jurisdicción del arzobispado de Toledo para acogerse a la suya propia, los mismos privilegios de los que ya gozaban París o Salamanca.

Lonja ante la fachada definida por columnas unidas con cadenas

Realizada en piedra caliza de Tamajón y Ozerruecas, se organiza como fachada retablo de tres cuerpos y cinco calles separadas por entrecalles con columnas y pilastras y durante su ejecución experimentó transformaciones en relación con el enriquecimiento ornamental y la aceptación de elementos clásicos que se atribuyen a la incorporación de escultores, algunos de origen francés, y al papel destacado de Claudio de Arciniega, conformando un ciclo iconográfico en relación con los principios ideológicos de la institución.

Fachada del Colegio san Ildefonso

Las tres calles centrales son de mayor altura. En el cuerpo bajo de las de los extremos aparecen ventanas con rejas forjadas, frontones triangulares que acogen medallones con los Padres de la Iglesia Católica y decoración de candelieri y grutescos en las jambas.

Calle central de la fachada

El cuerpo bajo central presenta portada de arco carpanel con arquivoltas planas en degradación, putti en las enjutas y en la clave sosteniendo guirnaldas y está enmarcada por parejas de columnas estriadas sobre plintos y capiteles pseudocorintios.

Detalle del arco de entrada con putti sosteniendo guirlanda

En el centro del segundo cuerpo se ubica un balcón que iluminaba la biblioteca, enmarcado por columnas abalaustradas flanqueadas por las alegorías de la Fama y la Historia como guardianes de la Sabiduría, obra de Hans de Sevilla. En el frontispicio se ubica un medallón con el busto de san Ildefonso como patrón del Colegio y del arzobispado de Toledo, al que pertenecía Alcalá, y en el frontón semicircular el escudo de Cisneros, con otros dos a ambos lados como heráldica de la propia Universidad, pues adopta la de su cardenal fundador.

Detalle del balcón central

La calle central está delimitada por dos pares de columnas jónicas de fustes decorados con motivos vegetales sostenidas por dos atlantes realizados por Claudio de Arciniega.

Atlante y Alegoría de la Fama

Atlante y Alegoría de la Historia

A ambos lados, y en eje con los ventanales del cuerpo bajo, aparecen otros de mayor tamaño que repiten el esquema del central sobre la portada, con los santos Pedro y Pablo en los medallones de los frontispicios.
Todas las rejas de los ventanales del segundo cuerpo fueron obra de Juan de Villalpando y Ruiz Díaz del Corral, maestros rejeros de la catedral de Toledo.

El tercer cuerpo es una galería de arcos de medio punto con ménsulas en la clave y un escudo imperial de Carlos V flanqueado por el lema PLUS ULTRA, las columnas de Hércules y dos cruces de san Andrés con los eslabones de Borgoña, obra de Juan Guerra.

A su vez, esta calle está delimitada por parejas de columnas entre las que se sitúan Perseo con la cabeza de Medusa y Andrómeda peinándose con un pájaro en la mano izquierda, obra de Nicolás Ribero. Como remate, un frontón triangular que acoge el busto de un Pantocrátor, dos varones, uno joven y otro viejo, a la izquierda, y dos mujeres repitiendo el mismo esquema a la derecha y cruz con el anagrama XPS en el vértice superior.

Escudo de Carlos V con Perseo y Andrómeda entre las columnas laterales y el Pantocrátor en el frontón.
Las figuras femeninas y masculinas sobre el frontón apenas se distinguen, protegidas por una malla

Las dos calles laterales repiten esquema, con cuerpo bajo con ventanas centrales idénticas a las de las calles centrales laterales aunque cegadas, además de otra algo más alta adintelada y flanqueada por columnas jónicas y un segundo cuerpo con dos ventanas superpuestas.

Calle lateral izquierda

El edificio se remata con un entablamento con gárgolas, reminiscencia gótica, balaustrada con crestería y doce candeleros que representan las doce lenguas de fuego de Pentecostés, símbolos del Espíritu Santo e imágenes del saber de la Cristiandad, obra de Juan de Miera.

Detalle de las gárgolas

El conjunto universitario cuenta con tres patios. Al atravesar la portada estaba el Patio Mayor de Escuelas realizado en ladrillo, alrededor del que se establecían las dependencias más destacadas, sustituido en el siglo XVII por el actual Patio de santo Tomás de Villanueva, primer santo salido de sus aulas, levantado a partir de 1657 siguiendo trazas de Joseph Sopeña, nuevo maestro mayor de obras de la Universidad. En la planta noble de la crujía sur, con ventanas hacia la fachada principal, estaba la Biblioteca.

Patio de santo Tomás de Villanueva

Alzado de una de las alas del Patio de santo Tomás de Villanueva (4)

Construido en granito, presenta tres alturas, la baja y primera con arcos de medio punto sobre columnas toscanas y la última con arcos rebajados y orden corintio.

Galería alta norte del Patio de Santo Tomás de Villanueva

La balaustrada de remate presenta pirámides y bolas y cuatro áticos con sendos relieves de Francisco de la Dehesa que representan a Cisneros revestido, con una cruz en una mano y un bastón de mando en la otra, símbolo de su periodo de Regencia a la muerte de Fernando el Católico, Santo Tomás de Villanueva como colegial y dos escudos del cardenal.

Ático de Santo Tomás de Villanueva

Por encima corre un friso con la inscripción relacionada con el fundador y en los balaustres de remate puede leerse "EN LVTEAM OLIM CELEBRA A MARMOREAM" (Lo anterior en barro se celebra en mármol), en relación con la otra famosa frase “otros harán en mármol y piedra lo que yo construyo en barro” que la tradición atribuye al propio Cisneros en respuesta a la burla de Fernando el Católico sobre la pobreza del edificio.

Detalle de la galería superior con el friso y la balaustrada de remate, con uno de los áticos con la heráldica
del cardenal Cisneros

A continuación se desarrollaba el Patio de Filósofos, con la audiencia del Rector, las dependencias de Escribanos, almacenes y algunas aulas menores. En el siglo XVIII ya estaba muy arruinado y en el XIX casi desapareció, por lo que apenas queda nada del original, que se cree que se levantaría según trazas de Luis de Vega a partir de 1532.

Patio de los Filósofos, con el acceso al Patio Trilingüe al fondo

Otro aspecto del Patio de los Filósofos

El Patio Trilingüe se denomina así porque entre sus muros se impartían las enseñanzas de Griego, Hebreo y Latín además de Caldeo y Árabe. Fue erigido como segunda sede del Colegio Menor de san Jerónimo, fundado en 1528 según disposiciones testamentarias del propio Cisneros agrupando los estudios de Latín y Griego de san Eugenio y San Isidoro en un edificio en la plaza de san Diego, justo enfrente del Colegio Mayor san Ildefonso, que tuvo que demolerse ante su amenaza de ruina.

El Patio Trilingüe antes de su restauración (4)

Patio Trilingüe, con la panda sur al fondo

Alzado de la panda sur del Patio Trilingüe (4)

El estudio de los textos bíblicos para el conocimiento de las Sagradas Escrituras desde un punto de vista filológico como paso previo para la reflexión teológica propia de los estudios de Teología ya era uno de los claros objetivos del fundador, y la prueba está en la publicación de la famosa Biblia Políglota Complutense entre 1514 y 1517, un gran proyecto coordinado por Elio Antonio de Nebrija. Además, en la fundación de este colegio trilingüe también confluyeron las tres corrientes fundamentales de comienzos del siglo XVI: humanismo, biblismo y erasmismo.

Con acceso desde el Patio de Filósofos y muy restaurado, es un característico espacio renacentista levantado entre 1564 y 1570 por Pedro de la Cotera y que dejó el Paraninfo, construido con anterioridad, alojado en su panda oeste.

Acceso entre el Patio de Filósofos y el Patrio Trilingüe desde este último

Panda oeste del Patio Trilingüe, con la portada del Paraninfo a la derecha

Tiene planta cuadrangular y dos alturas: una galería de columnas sobre plintos con capiteles jónicos sobre las que se levantan arcos carpaneles con medallones en las enjutas y un cuerpo superior separado por cornisa con vanos cuadrados. Contaba con una balaustrada de remate que el conde de Quinto desmontó para embellecer su palacio de Madrid, conservándose sólo los cuatro pináculos de las esquinas.

En el centro del patio se ubica un brocal de pozo con veneras en relieve, obra también de Pedro de la Cotera.

Pozo central del Patrio Trilingüe

El Paraninfo o “Teatro Escolástico” formaba parte del proyecto original de Gumiel y se levantó entre 1516 y 1520, después acogido por el Patio Trilingüe, con entrada principal desde su crujía este.

Paraninfo

Fotografía del Paraninfo antes de su restauración (4)

Muy restaurado tras los desmanes del siglo XIX, la Guerra Civil y el abandono, es de planta rectangular, con suelo reinterpretado de baldosas de barro cocido mezclado con azulejos de tipo sevillano, paredes lisas con banco corrido que en origen era de fábrica forrada de azulejos y en la actualidad es de madera, galería de arcos escarzanos sobre pilastras y decoración plateresca de yeserías con motivos vegetales realizadas por Gutiérrez de Cárdenas y Pedro de Villarroel, el ámbito desde el que los estudiantes asistían a los distintos actos académicos.

Planta del Paraninfo (4)

Detalle de la decoración plateresca de las yeserías de la galería superior del Paraninfo. En los muros aparecen
los nombres de profesores y alumnos de la Universidad, como Arias Montano, Nebrija, Tirso de Molina,
Calderón de la Barca, Francisco de Quevedo, Lope de Vega, Mateo Alemán, San Ignacio de Loyola,
San Juan de la Cruz o Jovellanos

Se cubre con una espléndida techumbre de madera morisco-renaciente, con estrellas de seis puntas y casetones hexagonales con florones en su interior, obra de Andrés de Zamora, Bartolomé Aguilar, Pedro Izquierdo y Hernando de Sahagún.

Galería de yeserías y techumbre del Paraninfo

Detalle de la techumbre morisco-renaciente

En el centro del muro oeste se ubica la cátedra de oradores, con tres cuerpos adintelados separados por pilastras platerescas. El central es más alto que los laterales y se remata con frontón curvo con el escudo de Cisneros. El conjunto cuenta con balaustrada de madera con el arengario en el centro.

Muro oeste con la cátedra y la galería superior

Dibujo de la sección del Paraninfo (4)

En la actualidad, además de su tradicional uso para los actos solemnes de la universidad, como doctorados Honoris Causa, Apertura Solemne del Curso o celebración de la Annua Commemoratio Cisneriana, acto en el que se rinde homenaje a su fundador, todos los 27 de abril acoge la ceremonia de Investidura del Premio Cervantes, fecha de fallecimiento del escritor.

Muro del atrio del Paraninfo con algunos de los galardonados con el Premio Cervantes

Dejamos para un próximo post la capilla de San Ildefonso, adosada al flanco derecho de la fachada principal y recientemente restaurada, y el Colegio Menor san Pedro y san Pablo, justo al otro lado de la fachada.

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Otros COLEGIOS:


Notas:

(3) PEÑA MONTES DE OCA de la, C. y GUTIÉRREZ TORRECILLA, L. M., “I. Ciudad de Alcalá de Henares”. Catálogo de restauraciones, rehabilitaciones y obras realizadas en edificios universitarios (1980-2001)

Fuentes:

HIDALGO OGAYAR, J. “Sepulcro del Cardenal Cisneros”. En NIETO AGUADÉ, S. (Ed.), Cisneros y el Siglo de Oro de la Universidad de Alcalá de Henares, Catálogo de exposición, Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá de Henares-Centro Internacional de Estudios Históricos "Cisneros"-Fundación General de la Universidad de Alcalá, 1999, ficha nº 24.
MARTÍNEZ NEIRA, M., “En los comienzos de la Universidad de Alcalá”. En BRIZZI, G. P. y MATTONE A., Le origini dello Studio generale sassarese nel mondo universitario europeo dell’età moderna,  Bologna, CLUEB, 2013, pp. 77-86.
MORALES, A. F., “Tradición y modernidad, 1526-1563», Arquitectura del Renacimiento en España, 1488-1599”. NIETO, V., MORALES, A. F. Y CHECA, F., Arquitectura del Renacimiento en España, 1488-1599, Madrid, Manuales Arte Cátedra, 2001, pp. 97-251.
MUÑOZ SANTOS, Mª E., Las artes decorativas en Alcalá de Henares: la platería y rejería en la Capilla de San Ildefonso y Magistral-Catedral. Siglos XVI, XVII y XVIII, Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 2002.
PEÑA MONTES DE OCA de la, C. y GUTIÉRREZ TORRECILLA, L. M., “I. Ciudad de Alcalá de Henares”. Catálogo de restauraciones, rehabilitaciones y obras realizadas en edificios universitarios (1980-2001).
ROMÁN PASTOR, C., “Maestros de obras del colegio mayor de San Ildefonso en la primera mitad del siglo XVIII”. Anales Complutenses, nº 24, 2012, pp. 63-99.
http://gerencia.uah.es/IyE/actuales/campusciudad.asp (web de la Universidad con muchos planos de edificios)

Comentarios

maria ha dicho que…
Todos tus reportajes son maravillosos, pero este me ha llegado al corazón, viví en Alcala 14 años y la he visto y paseado muchas veces, pero lo que me ha encantado son las fotos del antes de la restauración, siempre que visito algún monumento me pregunto, cuanto será original y cuanto restaurado.Gracias una vez más Sira
Sira Gadea ha dicho que…
Me alegra haberte podido recordar esta etapa en Alcalá, María. La verdad es que si no fuera por las restauraciones habría pocas cosas en pie, pues el paso del tiempo y la capacidad del hombre para destruir son implacables. Muchas gracias a ti por tu comentario. Un abrazo.
Antonio Banús ha dicho que…
Fantastico. No tengo perdon de Dios ni de los hombres de no haber visitado Alcala de Henares que está como a un tiro de piedra. Prometo ir.
El reportaje, como todos, me ha parecido soberbio y esta nochepienso releermelo otra vez. Cuando no se conoce una cosa hay que repasarla varias veces para que se quede bien en la chola y la mia es bastate dura.
Hasta luego y una enhorabuena fantastica para ti y por supuesto un besico
Antonio
Sira Gadea ha dicho que…
Muchas gracias Antonio. A veces lo que tenemos más cerca lo vamos dejando de lado. Pero nos pasa a todos. Es que hay muchas cosas bonitas e interesantes por todas partes. Un beso fuerte.
Anónimo ha dicho que…
Enhorabuena por tus reportajes. ¿Has pensado publicarlos en un libro?

Un abrazo.
Sira Gadea ha dicho que…
Muchas gracias, Trinidad. Ya me lo habéis dicho alguno. Habrá que pensárselo. Si sabéis de alguna editorial a la que pudiera interesarle, me encantaría que me lo comentarais.
enrique ha dicho que…
Dice Fernando Chueca Goitia refiriéndose al arquitecto y a su obra de la Universidad de Alcalá; "como todos los grandes arquitectos, Rodrigo Gil tenía el don de caracterizar los edificios: el palacio era palacio, la casa, casa y ahora la universidad, universidad. Pocas construcciones tendrán el sello de "edificio oficial " que está posee".
Creo que estas palabras definen plenamente el magnífico edificio diseñado por Rodrigo Gil como colegio universitario. Y definen también a un arquitecto admirable, que destaca en una época llena de grandes de ellos, que trabajó inmensamente y por toda la geografía de ambas Castilla, Galicia y Extremadura.
Arquitecto muy querido por mi por su trabajo en las catedrales de Salamanca y Segovia, en cuyo claustro está enterrado.
Sira Gadea ha dicho que…
Es evidente que Rodrigo Gil de Hontañón diseñó un magnífico telón de presentación de la Universidad, aunque no diseñó el edificio, que es fruto de muchas manos y muchas ideas, de arquitectos y de pensadores y de irse acoplando, durante muchos años, a las necesidades de una institución que adquirió tanto prestigio. No nos olvidemos, además, de que la fachada, terminó siendo lo que es por la adición de otras mentes pensantes que conformaron su iconografía y de los escultores que la ejecutaron.
Bonifacio Esteban ha dicho que…
Soberbio edificio, magnífica presentación.
Además me trae muy buenos recuerdos pues en sus dependencias tuve la oportunidad de participar en un Curso organizado por la Universidad de Alcalá.
Es interesante ver como aquellos arquitectos intentaban conjugar la belleza y el uso práctico del edificio y que bien que lo conseguían.
Sira Gadea ha dicho que…
Esa es una de las características de la arquitectura que más me emocionan, su capacidad para amoldarse, para ser util y bella al mismo tiempo. Muchas gracias por tu comentario Bonifacio.
nacho san marcos ha dicho que…
Impresionante reportaje Sira. Es un conjunto complejo que gracias a tu ordenada exposición se entiende perfectamente. Me ebcanta sobremanera el Paraninfo, su techo, galería y Cátedra de Oradores. Me parece bellísimo....Gracias por tu trabajo, que a todos nos inspira
Sira Gadea ha dicho que…
Me alegra mucho tu comentario, Nacho, pues me llevó mi tiempo y poner en marcha todo el orden que mi cabeza podía ser capaz de generar para enterarme yo también, pues no te creas que las fuentes están suficientemente claras. Tuve que contrastar y comparar lo mío, pues parecía una especie de laberinto, además de que algunos de los colegios hoy ya han desaparecido o como tienen otras funciones apenas se encuentra información sobre ellos. En fin... que cada uno se divierte a su manera, ha sabes. Un abrazo.

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